Los videojuegos cada vez tienen más aceptación entre los niños y jóvenes y también en los adultos. La posibilidad de entretenerse y disfrutar de momentos de ocio mientras se aprende es su principal ventaja, a pesar de que su uso sigue poniéndose en entredicho por algunos contenidos que incluyen. No obstante, cada vez se están haciendo videojuegos con contenidos más educativos y que permiten adquirir una serie de conocimientos y habilidades.
Llegan las Navidades y con ellas los ansiados y esperados regalos. Las nuevas tecnologías ganan cada vez más adeptos y son regalos siempre bien recibidos. Papa Noel y los Reyes Magos lo saben bien y este año, una vez más, traerán regalos muy tecnológicos entre los que no faltarán los videojuegos, que siguen ocupando las primeras posiciones entre los regalos que niños y mayores piden en sus cartas.
De hecho, España es el cuarto mercado europeo del sector del videojuego. Según datos de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe), el consumo de videojuegos en España en el año 2010 se situó en 1.245 millones de euros, correspondiéndose 631 millones de euros en videojuegos, 489 millones de euros en hardware y 125 millones de euros en accesorios. En total, se vendieron 26.130.000 unidades. [Ver cursos de Videojuegos]
Y, aunque estos datos de ventas reflejan una caída de las unidades vendidas -del 2,94% en relación al año 2009-, y su consumo en lo que va de año no parece repuntar -en los ocho primeros meses de 2011 las ventas de juegos de consola han descendido un 6,3% en relación a 2010 y un 16,8% en el caso de PC de acuerdo con datos de Gfk-, los videojuegos siguen siendo uno de los productos de entretenimiento que más gustan a niños y jóvenes, además de ser uno de los regalos estrella en épocas señaladas como la Navidad o el da de Reyes.
Un interés por los videojuegos que sigue creciendo porque cada vez más estudios y expertos ponen de manifiesto las ventajas de su utilización tanto fuera como dentro de las aulas y el alto potencial educativo que presentan, aunque todavía, por supuesto, siguen también oyéndose voces en contra por los posibles riesgos que conlleva su utilización.
De acuerdo con un informe del Comité de Protección al Consumidor del Parlamento Europeo, los videojuegos pueden contribuir a estimular el aprendizaje de hechos y habilidades como la reflexión estratégica, la creatividad, la cooperación y el sentido de la innovación, si bien se reconoce que no todos los juegos son apropiados para niños, aparte de apuntar que la violencia que se muestra en algunos videojuegos puede estimular conductas violentas en situaciones específicas.
Para la pedagogay especialista en Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación y miembro del Grupo de Expertos del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, Cristina Martí, “no podemos considerar a los videojuegos o la tecnología en general que hoy utilizan los más pequeños como algo bueno o malo en sí. Cada videojuego es diferente y no podemos generalizar sobre la conveniencia de su uso por parte de los niños. Lo importante es analizar su contenido y qué juegos incluye. Su uso es lo que realmente debe preocuparnos a padres y educadores, por lo que debemos permanecer atentos a los que adquirimos y al uso que el niño hace de estos videojuegos”.
Y es que un correcto uso de los videojuegos presenta numerosas ventajas. “Los videojuegos introducen al niño en el mundo digital tan presente en los ámbitos hoy en día por lo que su prohibición de uso supone alejarse de la realidad y puede resultar contraproducente”, aclara Cristina Martín.
Según afirma la pedagoga, algunos videojuegos en función de su contenido y de los juegos que se proponen al jugador “pueden resultar educativos y estimuladores de algunas capacidades y habilidades como la agilidad en el cálculo matemático, la capacidad de memoria y algunas otras habilidades. Pero, tengamos siempre presente que se trata de un entretenimiento. No pretendamos que sean la panacea o el sustituto de otros elementos educativos importantes”.
Las ventajas de los videojuegos aún son mayores en relación a otras formas de entretenimiento. Por ejemplo, en comparación con la televisión, que suele dejar poca iniciativa al espectador una vez se ha seleccionado el canal y el programa que se quiere ver, el videojuego ofrece a los usuarios un reto continuo en el que hay que observar y analizar el entorno, asimilar y retener información, realizar razonamientos inductivos y deductivos y construir y aplicar estrategias cognitivas, aparte de contribuir a desarrollar habilidades psicomotrices y obligar a que el jugador tome decisiones y ejecute acciones.
Entre otras ventajas generales de los videojuegos también figura el hecho de que no es preciso tener conocimientos previos para jugar ni una determinada capacidad intelectual, además de fomentar la persistencia en el jugador en las actividades que se proponen a lo largo del juego, lo que facilita que los niños y jóvenes aprendan a persistir en el esfuerzo. Igualmente son beneficiosos para aprender un lenguaje específico que incorpora simbologías o significados determinados, que suelen repetirse de forma habitual en los distintos juegos.
Beneficiosos pueden ser también paraadquirir conocimientos curriculares, aunque todo depende del uso que se haga y de los docentes. Por ejemplo, los videojuegos “tienen mucho potencial en el aprendizaje de idiomas porque posibilita hablar y escribir en otra lengua. Habitualmente juegan en inglés y toda la interacción es en inglés”, explica Pilar Lacasa, catedrática de Educación y Comunicación de la Universidad de Alcalá y directora del proyecto ‘Videojuegos en el aula, educar en una sociedad globalizada’, realizado en colaboración con Electronic Arts, en el que se recoge cómo las comunidades virtuales de algunos videojuegos comerciales facilitan los procesos de aprendizaje relacionados con los contenidos curriculares y la educación cívica.
Entre otras utilidades curriculares de los videojuegos se encuentra igualmente el aprendizaje de Biología a través de juegos como Spore, que permite controlar el desarrollo de diferentes especies y que explica la Teoría de la Evolución, o juegos que, inicialmente, no pueden parecer tan educativos, pero que sí pueden serlo como es el caso de FIFA, que “facilita el razonamiento matemático y causal, permite analizar el comportamiento social y puede favorecer el aprendizaje de, por ejemplo, cómo ahorrar dinero a través de conceptos como cuánto vale un jugador de fútbol”, afirma Pilar Lacasa.
En el aula, incluso los videojuegos con cierto contenido violento pueden ser educativos. “Lo que se hace en el aula es dialogar con los alumnos para que sean conscientes de lo que supone” porque el principal problema es que el niño esté a ciegas sobre una pantalla y nunca reflexione”, aclara Pilar Lacasa, quien añade que al contar los niños las historias se hacen discusiones en clase y un razonamiento moral.
Estos aspectos positivos no son sólo para los niños y jóvenes. También los adultos pueden beneficiarse, ya que estos juegos “pueden resultar muy positivos para desarrollar la agilidad mental, la memoria…”, añade Cristina Martí. Un motivo que puede ser la causa de que cada vez más adultos también se interesen por los videojuegos. De hecho, según datos de aDeSe, el 24% de los adultos juega de forma habitual con videojuegos. Un dato que sitúa a España como el quinto país europeo con mayor número de ‘gamers’ adultos.
No obstante, pese a estas ventajas, tampoco hay que olvidar que existen algunos riesgos, siempre que no se haga un uso adecuado y recomendable de los videojuegos. Entre los inconvenientes más importantes se hallan la posibilidad de que el niño quede aislado por preferir jugar con este tipo de juegos a otros en compañía. Una situación que poco a poco se va paliando con el lanzamiento de videojuegos que fomentan jugar en equipo o con otros compañeros.
También hay que tener especial cuidado con el número de horas que se dedica a jugar a los videojuegos, ya sea en solitario o en compañía, para evitar que se abandonen otras actividades diarias como ‘hobbies’, la lectura, los deberes… y se cree una adicción, situaciones de estrés, fatiga ocular, dolores musculares o problemas de columna vertebral derivados de malas posiciones ante la videoconsola o PC.
No obstante, “esnormal que el niño, inicialmente, lo use durante varias horas seguidas, como otros tipos de juegos que recibe como regalos de Navidad. Debemos intentar que su uso no interfiera con las demás actividades normales de la vida del niño, con sus deberes escolares, con el juego con otros niños o hermanos, con sus quehaceres cotidianos… Hay que intentar que su uso no se prolongue durante muchas horas simplemente y que no se convierta en una obsesión para él y nada más”, añade Cristina Marín.
Las ventajas y riesgos específicos de cada videojuego
En los establecimientos comerciales, tiendas o páginas en Internet se pueden encontrar diferentes tipos de videojuegos que presentan una serie de ventajas específicas para la formación según el tipo de actividad que proponen al jugador, si bien no hay que obviar tampoco en estos casos que hay que hacer un uso adecuado del juego para evitar posibles riesgos e inconvenientes.
Por ejemplo, los juegos tipo plataforma o luchas como Pacman, Mario, Sonic, Doom, Quake, Street Fighter o Arcanoid, entre otros, pueden contribuir al desarrollo psicomotor y de la orientación espacial de los jugadores, si bien pueden generar nerviosismo, estrés o angustia ante las dificultades para controlar a los personajes del juego. En esta clase de juegos siempre es recomendable que se observen los comportamientos, sobre todo, de los más pequeños para ayudarles y detectar posibles síntomas derivados de estar sometidos a una excesiva tensión.
Los juegos tipo puzzles o de lógica, como el tetris, favorecen el desarrollo de la percepción espacial, la imaginación, la creatividad y la lógica. Y, aunque inicialmente, este tipo de videojuegos no presentan inconvenientes, también es importante controlar el tiempo de juego y que no se genere adición ni se reduzca el ejercicio físico que el niño debe realizar.
Por su parte, los videojuegos que se basan en simuladores de deportes o aviones o bien en constructores como ciudades –por ejemplo Simulador de Vuelo Microsoft, Sim City, Tamagotchi, The Incredible Machine o Theme Park, entre otros-, tienen a su favor que permiten que el jugador experimente e investigue el funcionamiento de máquinas y fenómenos. No obstante, es conveniente que el niño tenga presente que lo que el videojuego le muestra es una visión simplificada de la realidad de los fenómenos que se le presentan. Igualmente, en este caso, es recomendable que se observe al jugador para que no presente ansiedad o estados de tensión excesiva.
Entre los videojuegos también figuran aquellos que se centran en juegos de estrategia como Estratego, Warcraft, Age of Empires, Civilitation, Lemmings, Black & White o Centurion, entre otros, que se basan en el diseño de estrategias de actuación para lograr unos objetivos. Estos videojuegos tienen algunos riesgos que suelen ser de carácter moral por los contravalores que, a veces, se promueven, siendo necesario que se analicen y comenten con adultos para que transfieran los valores adecuados al niño.
Reflexión sobre los valores y contravalores también debe hacerse entre adultos y niños en los juegos de aventura y rol –dentro de los que se engloban juegos como King Quest, Indiana Jones, Monkey Island, Final Fantasy, Tomb Raider o Pokémon, entre otros-, siendo este su principal inconveniente.
Los videojuegos de deportes como FIFA, PC Futbol, NBA, Formula I GrandPrix o Need For Speed, entre otros, que facilitan habilidades de coordinación psicomotora, además de profundizar en el conocimiento de las reglas y estrategias de los deportes. Sin embargo, también hay que ser cautos en su uso porque pueden generar estrés.
Finalmente, cabe hablar de los videojuegos de preguntas, como el Trivial, que permiten realizar un repaso de todo tipo de conocimientos, si bien igualmente hay que controlar el tiempo dedicado al juego.
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