Pa' los compañeros que cumplen años... mañanitas revolucionarias

martes, 15 de noviembre de 2011

“El encanto del águila”

El pozo de los deseos reprimidos

Álvaro Cueva

Hoy a las 22:00 se estrena “El encanto del águila” por El Canal de las Estrellas y, por supuesto, tenemos que hablar de ella. Y es que, no sé usted, pero yo ya casi termino de mirar todos sus capítulos.
Resulta que esta serie de Televisa y de la misma casa productora de “El equipo” se está transmitiendo desde hace días por Unicable.

¿Está buena? Sí, buenísima. Es como “Gritos de muerte y libertad” pero aplicada a la Revolución Mexicana.
¿Cuál es la nota? Que no deja de ser significativo que el año pasado, durante los festejos del Centenario de la Revolución, Televisa ni siquiera hubiera anunciado una producción de este tipo y que ahora, cuando vamos rumbo a las elecciones de 2012, sí.
¿Por qué no se hizo esto en 2010? ¿Porque como la Revolución está más ligada a la historia del PRI, la instrucción era apoyar la Independencia?
¿Por qué se está haciendo ahora? ¿Porque el próximo año hay elecciones y era necesario darle al pueblo un marco teórico del Partido Revolucionario Institucional?
La historia de México es inmensa, riquísima y apasionante. Televisa pudo haber hecho algo sobre la Conquista, sobre el Virreinato, sobre Juárez, Maximiliano, Carlota y hasta sobre lo que pasó en 1968. ¿Por qué sobre la Revolución?
Haya sido por lo que haya sido, “El encanto del águila” es una joya que usted no se puede perder, una combinación del legado de las telenovelas históricas de don Ernesto Alonso con el lenguaje compacto de las series del siglo XXI.
Es, para acabar pronto, un paquete de viñetas que narra diferentes aspectos de lo que fue la Revolución Mexicana.
No se la imagine como un melodrama seriado. No necesariamente hay una continuidad. Cada capítulo cuenta una historia que comienza, se desarrolla y termina en menos de media hora.
Lo sorprendente es que, a diferencia de las telenovelas, aquí se le exige una participación más amplia al televidente.
No hay narrador, hay pequeños textos introductorios. Los parlamentos son sintéticos, la gente tiene que poner de su parte. Y se evita el sentimentalismo, lo que pesa son las ideas.
El resultado no es ni la típica estampita de personajes perfectos que todos comprábamos para hacer la tarea en la primaria ni el derroche de emotividad en el que se caía en las legendarias telenovelas históricas del pasado.
Es algo nuevo, documentado y con la asesoría de expertos como Héctor Aguilar Camín.
A mí me encanta porque me permite recordar y confrontar las cosas que me enseñaron en la escuela, porque me invita a reflexionar sobre el México de antes y el México de hoy, y porque me entretiene como energúmeno.
“El encanto del águila” es un espectáculo precioso, perfectamente bien escrito, con una dirección de arte de primera, con escenas como de película y un reparto, excelente.
La veo y no puedo dejar de aplaudir a personalidades de siempre como Ignacio López Tarso (Díaz), Cecilia Suárez (Carmen Romero Rubio) y Damián Alcázar (Calles).
Pero tampoco puedo dejar de celebrar a los nuevos talentos como Tenoch Huerta (Zapata), Ramiro Martínez (Adolfo de la Huerta), Carlos Corona (Obregón) y Carlos Díaz (Luis Cabrera).
Como usted se dará cuenta, no se trata del tradicional reparto de las telenovelas de Televisa. Es algo más. Es gente de otro nivel. Qué bueno y qué malo.
Bueno porque ya urgía refrescar la pantalla de El Canal de las Estrellas. Malo porque esto significa que la misma Televisa reconoce que sus repartos no han sido precisamente los más efectivos para efectos de calidad.
Ojalá que Damián, que Tenoch, que Ramiro, Corona, Díaz y muchos otros actores más que participan en esta producción obtengan más oportunidades después de este cañonazo.
Y ojalá que Televisa reflexione y le siga dando por este lado. Necesitamos más producciones de más calidad sobre más temas, comenzando por nuestra propia historia.
No me quiero ni imaginar lo que costó este concepto pero estoy convencido de que, al igual de “Gritos de muerte y libertad”, se va a convertir en un exitazo.
Lo único que me hace ruido es el título y la estrategia de programación.
Si ponerle a “Gritos de muerte y libertad” a la Independencia sonaba extraño, bautizar como “El encanto del águila” a la Revolución suena peor.
Es como continuación de “El vuelo del águila” cruz con una inmensa lista de cuestionamientos. ¿Por qué encanto? ¿Por qué el águila? ¿Qué tiene de encantadora esta parte de la historia?
¿Y qué me dice de esa rarísima idea de haber lanzado antes, en un horario tan perdido (19:00) y en un canal de paga como Unicable, un producto tan fino y tan importante como ése?
¿A usted no le hubiera gustado llegar a esta noche con todas las expectativas del universo para disfrutar del estreno de “El encanto del águila”?
Esto ya no es estreno, es como cambio de horario y de canal. Y se supone que era algo muy especial. ¿O me equivoco?

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