Estados Unidos • La ciencia detrás de la investigación espacial no es fácil de explicar en 140 caracteres, pero eso es precisamente lo que la NASA busca entre sus fervientes seguidores en Twitter al ofrecerles visitas vip a sus instalaciones.
La NASA está organizando los encuentros, llamados "tweetups", para ofrecerle a legos interesados en la agencia espacial —como un asistente de iglesia y un panadero— un vistazo tras bastidores a la agencia espacial en labores normales, con todo y astronautas y científicos.
A cambio, los participantes deben narrar cómo fue su experiencia a través de tuits, con todo y fotografías y videos.
Por el tipo de trabajo que realiza, la NASA interesa a la gente que más muchas empresas o dependencias gubernamentales. La agencia ha tenido un enfoque igualitario hacia las redes sociales.
Los participantes son elegidos mediante un sorteo. Aunque sólo algunos escriben con regularidad en blogs sobre el espacio, la NASA dice que quiere atraer a personas con una amplia gama de intereses, quienes podrán tuitear con una voz auténtica a todo tipo de audiencias.
"Creo que todo mundo sabe que si alguien oye algo de boca de un amigo o de un familiar, lo percibe como mucho más creíble que si viene de una organización gubernamental como la NASA", dijo Stephanie Schierholz, directora de la agencia espacial para medios de comunicación.
Aunque es común que una organización busque promoverse acercándose a periodistas o blogueros influyentes, los expertos dicen que la NASA se ha distinguido por invitar a gente que sólo tiene una decena de seguidores.
La NASA "va a contrapelo de la tendencia general de hablar sólo con la gente que tiene mucha influencia", dijo William Ward, un profesor de comunicación social en la Universidad de Syracuse.
Desde su primer tweetup en 2009, la NASA ya ha organizado 30. Algunos han coincidido con acontecimientos noticiosos como el lanzamiento de cohetes y hay uno que se realizará en la Florida en la semana de Acción de Gracias para el lanzamiento de una sonda a Marte.
Los encuentros pueden durar desde dos horas hasta dos días. Pueden tener desde unas cuantas decenas de personas hasta más de un centenar. Los participantes pagan sus propios gastos de viaje.
La NASA está organizando los encuentros, llamados "tweetups", para ofrecerle a legos interesados en la agencia espacial —como un asistente de iglesia y un panadero— un vistazo tras bastidores a la agencia espacial en labores normales, con todo y astronautas y científicos.
A cambio, los participantes deben narrar cómo fue su experiencia a través de tuits, con todo y fotografías y videos.
Por el tipo de trabajo que realiza, la NASA interesa a la gente que más muchas empresas o dependencias gubernamentales. La agencia ha tenido un enfoque igualitario hacia las redes sociales.
Los participantes son elegidos mediante un sorteo. Aunque sólo algunos escriben con regularidad en blogs sobre el espacio, la NASA dice que quiere atraer a personas con una amplia gama de intereses, quienes podrán tuitear con una voz auténtica a todo tipo de audiencias.
"Creo que todo mundo sabe que si alguien oye algo de boca de un amigo o de un familiar, lo percibe como mucho más creíble que si viene de una organización gubernamental como la NASA", dijo Stephanie Schierholz, directora de la agencia espacial para medios de comunicación.
Aunque es común que una organización busque promoverse acercándose a periodistas o blogueros influyentes, los expertos dicen que la NASA se ha distinguido por invitar a gente que sólo tiene una decena de seguidores.
La NASA "va a contrapelo de la tendencia general de hablar sólo con la gente que tiene mucha influencia", dijo William Ward, un profesor de comunicación social en la Universidad de Syracuse.
Desde su primer tweetup en 2009, la NASA ya ha organizado 30. Algunos han coincidido con acontecimientos noticiosos como el lanzamiento de cohetes y hay uno que se realizará en la Florida en la semana de Acción de Gracias para el lanzamiento de una sonda a Marte.
Los encuentros pueden durar desde dos horas hasta dos días. Pueden tener desde unas cuantas decenas de personas hasta más de un centenar. Los participantes pagan sus propios gastos de viaje.
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